Los días se suceden unos a otros con total normalidad. Equilibrio, ahora tengo equilibrio. El equilibrio de un trapecista en una cuerda fina y milimétrica, pero, curiosamente, se llama equilibrio. Y espero llegar al final a la primera. Es decir, que si me caigo, me caiga tan rápido que ni lo note, y que parezca que nunca me he caído.
La vida es así, sabes que te vas a caer. Sólo quieres que sea rápido. Cómo cuando cierras los ojos muy fuerte y alguien va a apretar un gatillo, en verdad, es exactamente eso.
El cansancio lo puede todo, me esta matando ahora mismo. Estoy en la cama. Lo que más quiero es cerrar los ojos y dormirme. Aunque no puedo evitar pensar antes de todo eso que, como de costumbre, no he hecho todo lo que tenía planeado para hoy ¿Dónde demonios se esconden las horas? Me espera mucho griego, latín, historia del arte y todas esas patologías propias del bachillerato de letras.
Aunque parezca mentira, segundo de bachillerato no es un camino plagado de rosas, la gente no hace más que hablar de selectividad, de que hay que estudiar. ¿A nadie se le ocurre decir que todo es una gran mierda? porque lo es, claro que lo es.
Un año entero esperando una semana, que llegue una semana o incluso cuatro días, no sé, no sigo las encarecidas recomendaciones de mi profesor de historia (¡ Tenéis que visitar la pagina de la UEX!)
¿Alguien ve normal eso?
Sé que ultimamente no me he pasado mucho por aquí. Ya sabes que soy un hombre muy ocupado.
ResponderEliminarNo te estreses anda, tú haz lo puedas y quieras hacer.
Tus últimas entradas son geniales, sigue así :)
Un beso desde Madrid.