Sólo quedan unos metros para llegar al borde.
Se me ha ocurrido preguntarme que habría después,
pero no he querido hacerlo.
Se me ha ocurrido darme la vuelta,
y correr.
Pero tengo miedo de que me fallen las piernas.
Tengo que mirar.
Mirar el vacío y resistir la ceguera de la nada.
Mientras el negro siga siendo un color no podrá ser tan malo.
Nunca el cielo estuvo tan bajo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario