Ayer


Caminaba cuando se encendió la luz.
El aire traspasaba a su antojo mi delgado jersey, erizando la piel, llenándola de relieves.
Entonces me di cuenta.
Hay veces que el mundo clarea, momentos en que lo ves todo de verdad.
Hoy estaba oscuro y llovía, no mucho, sólo un poquito. Pero dio igual.
"Cadáveres vivos somos en el horizonte, lejos."

Y me ha asaltado por la espalda, como una puñalada, una inexplicable sensación de inconsistencia.

1 comentario:

  1. Hay dos sentimientos que pueden provocar tristeza o felicidad dependiendo del día: la inconsistencia y la insignificancia. Hay días que son puñaladas y días que son caricias. :)

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